jueves, 27 de junio de 2013

EL ABSOLUTISMO.

El Absolutismo
Así como durante la Edad Media, la autoridad de los reyes se había visto debilitada por el poder de los señores feudales, a lo largo del siglo XVI se impone el Absolutismo Monárquico en Europa.
Este sistema político se va a caracterizar por la concentración total del poder en manos de los monarcas, el cual incluso será justificado de manera divina por el filosofo Jacques Bossuet, quien plantea…

Ya hemos visto que todo poder viene de Dios…Los príncipes actúan entonces como servidores de Dios y son sus administradores en la Tierra…Por ello…el trono real no es el trono de una persona, sino de Dios mismo…De todo ello se desprende, que la persona del rey es sagrada, quien la ataca comete un sacrilegio. Aunque su poder viene de arriba, los príncipes no deben creer que son dueños de él, para usarlo a su arbitrio. Más bien deben emplearlo con recato y reserva, como algo que Dios les ha confiado, por lo cual van a tener que responder ante Dios” (Política extraída de las Sagradas Escrituras).
Además de la justificación realizada por distintos pensadores para darle un fundamento teórico al absolutismo, el aumento del poder de los monarcas se manifestó en la formación de grandes ejércitos de carácter nacional, en el establecimiento y cobro de impuestos para poder solventar sus gastos militares y administrativos, los cuales se recaudaban a través de una serie de funcionarios que ejecutaban las órdenes reales (reemplazando a los nobles en dicha tarea), en la elaboración de leyes y en la centralización del gobierno a través de organismos que dependían directamente del poder central. Además, la Reforma Religiosa permitió liberar al Estado de otro elemento de control, ya que significó romper con el tutelaje que la Iglesia ejercía en él.
El ejemplo más representativo del Absolutismo Monárquico se dio en Francia durante el gobierno deLuis XIV (1643-1715), período que coincide con la hegemonía de este reino en el continente europeo. Este monarca, conocido como el “Rey Sol”, logró imponer su autoridad en todos los ámbitos de gobierno interior (de hecho se le atribuye la frase “El Estado soy yo”) y realizó una importante y agresiva política exterior, involucrando a Francia en una serie de guerras con distintos países europeos (España, Inglaterra, Holanda, Austria), las cuales consolidaron su gobierno, pero a un elevado costo económico.
Luis XIV
(Retrato de Luis XIV, el “Rey Sol”) 

No hay comentarios:

Publicar un comentario